

Un análisis basado en más de 550 conjuntos o condominios en Quito confirma una correlación directa entre la alícuota promedio y el alquiler. Es decir, a medida que aumenta el costo de arrendamiento, también lo hace el valor de la expensa. Esto se debe a que los edificios o conjuntos con mayores valores de renta suelen ofrecer más o mejores servicios comunes, lo que incrementa el costo de administración. Otra correlación se presenta entre la alícuota y el número de vecinos del condominio. En este caso, la relación es indirecta: a menor número de inmuebles, mayor cuota administrativa.
La alícuota es la cuota mensual correspondiente a cada vivienda en conjuntos residenciales para cubrir los gastos de administración y mantenimiento. Habitanto, la plataforma líder de administración de condominios de Latinoamérica, presenta el análisis para entender cómo los servicios influyen en los costos mensuales de cada familia.
Cumbayá e Iñaquito: los sectores más caros
Cumbayá es la parroquia con el arriendo más caro de Quito, mientras que su alícuota es la segunda más elevada. Esto se debe a la creciente demanda de vivienda en esta zona de alto nivel socioeconómico, caracterizada por edificios con características premium como seguridad privada y amenidades exclusivas como piscinas, parques privados, gimnasios, e incluso, pistas de patinaje.
Por otro lado, Iñaquito tiene el segundo alquiler más alto, pero es la parroquia donde se registra la alícuota promedio más elevada. Esto podría estar vinculado a la alta concentración de vivienda vertical y oficinas en esta área, que requieren mayores recursos para su administración y mantenimiento.
Concepción y Calderón: precios accesibles
La parroquia de Concepción, ubicada al norte de Quito, ofrece los alquileres más bajos en la ciudad. Sin embargo, no cuenta con las alícuotas más económicas. Calderón, otro sector al norte, presenta la expensa más baja ($42,6), aunque su alquiler promedio no es el más bajo. La menor cuota de pago de Calderón podría estar relacionada con menor cantidad de áreas comunes o una mayor cantidad de unidades habitacionales en cada conjunto.
Los casos particulares
En Rumipamba, el alquiler promedio es de $400, mientras que la alícuota es de $184, lo que representa el 46% del costo de arrendamiento. Esta proporción es notablemente alta y se explica por el menor número de propiedades en cada conjunto (promedio de 26), lo que encarece el costo por vivienda para mantener los espacios comunes.
En parroquias como Conocoto, San Isidro del Inca y Jipijapa, los alquileres oscilan entre los $350 y $450, pero presentan una amplia variabilidad en las alícuotas, que van desde los $70 hasta los $130. Estas diferencias están relacionadas con el número de inmuebles en los conjuntos, así como con las amenidades y servicios en cada uno.
Conclusión: ¿qué determina las diferencias de la alícuota?
El análisis muestra que uno de los factores clave detrás de las variaciones en los costos de expensa es la cantidad de inmuebles que conforman un conjunto residencial. A mayor cantidad de vecinos, los costos de mantenimiento se reparten entre más propietarios, lo que reduce la carga económica por vivienda. Así, en parroquias como Conocoto y San Isidro del Inca, con conjuntos de hasta 54 y 44 propiedades respectivamente, la alícuota es menor en comparación con zonas como Rumipamba, donde los conjuntos son más pequeños.
“Este estudio resalta que la alícuota no solo se correlaciona con el costo del arriendo, sino también con el tamaño del conjunto residencial y los servicios que ofrece, en especial considerando que la inversión en seguridad sigue siendo la más importante en el presupuesto de un condominio o edificio”, explica Andrés Vega, COO de Habitanto. “Administrar bien los recursos, más allá de la cantidad de vecinos y el barrio, ayudará a incrementar la calidad de vida en el condominio y a largo plazo, una mayor valoración del inmueble”, agrega Vega.
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