Por motivo de Halloween y el Día de los Difuntos, fechas en las que se celebra la importancia de celebrar la vida y honrar la muerte, recordamos lugares que marcaron la vida en la ciudad de Quito pero desaparecieron y dieron paso a nuevos edificios, viviendas o monumentos. Habitanto, plataforma líder en la administración de condominios, recopila en una lista sitios cuyo ciclo de vida se completó y hoy dejaron una marca en la historia de Quito. Quienes habitamos hoy en la capital ecuatoriana somos testigos de la herencia, incluida la que ya no podemos ver, que forjó a esta urbe y la convierte, día a día, en una metrópoli latinoamericana. 

Hacer vida en un departamento o casa no está completo sin las experiencias en comunidad, en parques, calles y paisajes. En las fechas que recuerdan el paso de la vida a la muerte, como el Día de los Difuntos o Halloween, una ciudad viva es una también que recuerda lo que fue. En la siguiente lista repasamos edificios e infraestructura de servicio público. Habitanto creó un mapa para ubicar de forma exacta en donde se encontraban estos lugares. 

Palacio de Iñaquito

En el sector Centro Norte de la capital, exactamente en la esquina de la avenida 10 de Agosto y la calle Villalengua existió el Palacio de Iñaquito. Una residencia de lujo diseñada y construida por el arquitecto Francisco Durini. El palacio fue construido en 1906. Actualmente, los predios en donde se levantó este edificio son edificios comerciales. 

Palacio de Selva Alegre

El Centro Histórico de Quito en el siglo XVI lucía un panorama diferente al que se ve hoy en 2024. Uno de los edificios que marcaba la vida en la capital era el Palacio del Selva Alegre, al que pertenecía y en donde residió el marqués de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar y Frasso. El palacio fue construido mucho antes de que el noble español recibiera el título de marqués. La residencia se ubica entre las calles Guayaquil y Espejo. En el presente, la Plaza Chica se erige en lugar del palacio. 

Casa de Juan José Flores 

El primer presidente de la República de Ecuador, Juan José Flores, adquirió una terreno y posteriormente mandó a construir una casa en 1846 ubicada en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre, que se convirtió en un epicentro de la vida social de las altas esferas quiteñas durante su segundo periodo presidencial (1839-1845). La residencia era conocida por los banquetes, bailes y decoraciones de lujo. La residencia pasó a manos de los hijos de Flores y luego a nietos que finalmente la vendieron a un comerciante. En 1930 la casa fue derribada y en su lugar se construyó un edificio con el nombre de Pasaje Drouet. 

Casa 1028

Una de las leyendas quiteñas más conocidas brinda protagonismo a la casa del número 1028 de la calle Chile, en el Centro Histórico. La leyenda narra la historia de una joven adolescente que huye de un toro poseído que la persigue hasta su casa. La casa existió hasta que el arquitecto y alcalde Sixto Durán Ballén la derribó para crear un edificio y lo único que se mantuvo de la antigua residencia es la placa con el número en una de sus fachadas. 

Tranvia de Quito

La capital de Ecuador ha cambiado sus sistemas de transporte público. Además de la desaparición de la red ferroviaria y varias estaciones de tren, que conectaba la Sierra con la Costa ecuatoriana, el tranvía de la ciudad también dejó de operar a mediados del siglo XX. El sistema eléctrico de transporte fue inaugurado en 1914 entre la estación de Chimbacalle y el cementerio de San Diego. El tranvía llegó a tener dos líneas operativas que unían el sur con el norte de Quito (hasta la avenida Colón). Hoy en día, una parte del recorrido original la cubre el sistema de Trolebús. 

Biblioteca Nacional o Palacio del Coliseum

En 1921 se inauguró un edificio, junto a la plazoleta de San Blas, que daba la bienvenida a todos los ciudadanos que ingresaban desde el Norte al Centro Histórico quiteño. El Palacio del Coliseum fue inicialmente un sitio que contenía una pista de patinaje, un salón de baile y posteriormente la Biblioteca Nacional. En 1972 el municipio decidió derribar este emblemático edificio para brindar mayor comodidad a los servicios de buses que ingresaban por las calles aledañas. El palacio ostenta un estilo neoclásico con una estructura de metal. 

Estadio El Arbolito

Los partidos de fútbol de la era amateur y los primeros años de la profesionalización de este deporte en Quito se llevaron a cabo en un estadio que colindaba con el Parque de El Ejido. El escenario desapareció por falta de uso. Desde la inauguración del estadio Olímpico Atahualpa, los eventos que se llevaban a cabo en El Arbolito, fueron cada vez menos. En 2024, los terrenos del antiguo escenario deportivo alberga al complejo de la Casa de La Cultura y al parque El Arbolito entre la Avenida 6 de Diciembre y 12 de Octubre. 

Aeropuerto Mariscal Sucre

El antiguo aeropuerto Mariscal Sucre, ubicado en la zona norte de la ciudad, exactamente en El Labrador, formó parte del paisaje quiteño desde 1960 hasta 2013. Hoy en día la pista y los edificios son parte del Parque Bicentenario. El aeródromo fue trasladado a la parroquia de Tababela por motivos de seguridad y con el objetivo de ampliar la oferta de vuelos disponibles desde y hacia la capital. 

Panóptico García Moreno

En el Centro Histórico de Quito, en el barrio de San Roque, resalta una estructura de cúpulas interconectadas, que conforman el panóptico de Quito, popularmente conocido como el penal García Moreno. La prisión dejó de funcionar en 2014 tras más de 100 años de operación. Si bien el edificio sigue en pie, y por dentro funciona un museo, la actividad de lo que fue la cárcel más grande del país todavía deja una huella en el paisaje urbano de la ciudad. 

Hipódromo La Carolina

Los terrenos del parque La Carolina en donde hoy pasean y juegan miles de personas diariamente, fueron hasta la mitad del siglo XX parte de la hacienda privada de la familia Barba de Larrea, descendientes del marqués de Selva Alegre. Durante un corto tiempo, en la década de 1960, se celebraron eventos ecuestres en el Hipódromo La Carolina. El cierre de este recinto deportivo en 1972 se debió a la ejecución del plan para crear un parque y que hoy da vida al corazón financiero de Quito.